Por supuesto que se habían ido: pensaban que esto se había ganado. Todos lo hicieron. España, sin embargo, se había rebelado. Cuatro segundos pasaron entre que Inglaterra tomara el saque inicial y el pitido final. Habían pasado seis minutos desde que Iago Aspas había anotado el primer gol para España. Los fanáticos de Inglaterra hace tiempo que levantaron las antorchas en sus teléfonos, como velas, una ola mexicana dando vueltas. Cuando eso sucede, sabes que estás vencido y sabes que ellos bonos para nuevos clientes también lo saben. Sabes que no hay mucho juego en juego. Jamie Vardy lidera el camino, pero Inglaterra se mantuvo en segunda fi la España Leer más
Pero luego, de repente, tardíamente, hubo. Un juego y un regreso. Los goles de los 89 minutos y el quinto minuto del tiempo de descuento le dieron a España un empate que nunca pareció plausible. Gareth Southgate quería ver el reloj del cuarto oficial.Cómo pudo haber sucedido esto, se debe haber preguntado. Todos lo hicieron. En esos minutos finales, esta era una España diferente a la que había ido antes.
Seis cambios en la segunda mitad, dos goles para dos suplentes. Aspas se rizó primero de manera excelente, dando saltos y besando la placa en su camisa. Un objetivo de debut. Un objetivo de consolación, también. O no, como sucedió. Isco vino buena casa de apuestas deportivas después. España permanece invicto bajo su nuevo gerente, Julen Lopetegui.
Cinco victorias y este sorteo. Abrazó a Southgate al final; sus jugadores se Casa de apuestas abrazaron. Hubo alegría, de alguna manera.
Lopetegui dijo que era un "placer" estar aquí, pero que una noche para disfrutar era tan duradera. Una falta sobre Jamie Vardy, un penal de Adam Lallana y España quedó atrás a los nueve minutos.La verdad es que bonos de las casas de apuestas nunca pareció cambiar, hasta que cambió. "Te ha sorprendido lo bien que van las cosas", le habían preguntado a Lopetegui antes del partido. No, respondió. La noche siguiente, se sorprendió de lo mal que sucedieron las cosas, patrullando su área técnica, un hombre frustrado hasta la explosión final.
Ningún equipo ha vencido a España más veces que Inglaterra, 12 en total, y ha perdido era posible, lo sabían. Perder de la forma en que parecía que iban a perder era diferente. Al principio de la segunda mitad comparación a otras casas de apuestas un comentarista de radio español gritó "¡Qué chiste!" Poco después, una ola mexicana comenzó a viajar por el estadio. Entonces los fanáticos levantaron sus móviles. Eso dolió, incluso si esto fuera un amistoso.Porque esto no era solo un amistoso, se podía ver en la reacción al final.
Lopetegui había impresionado a sus jugadores de que fue el partido de clasificación de la Copa Mundial de la semana pasada contra Macedonia en Granada lo que realmente importó; que sentía que la necesidad de hacerlo era decir. La emoción fue genuina. "Esta es una etapa y un oponente que te obliga a un buen desempeño", dijo. Durante gran parte de la noche, simplemente no página de casas de apuestas deportivas lo hicieron. Otros ni siquiera lo habían considerado obligatorio. Una pregunta hecha por un periodista español de Lopetegui fue: "¿Qué es lo que admiras del fútbol inglés? Porque no puede ser el fútbol". Inglaterra 2-2 España: cinco puntos de discusión de Wembley | Dominic Fifield Leer más
Oh no? Inglaterra impresionó; España no. Había poco que admirar de su fútbol aquí.No hubo ni un tiro para admirar hasta el minuto 50. Pepé Reina, de regreso después de dos años y derrotado en 10 minutos, vio a Inglaterra venir, corriendo a toda velocidad. No es como si hubiera innumerables posibilidades, pero su equipo fue invadido. No tenían lo que se supone que los define: control.
No le llevó mucho tiempo a Lopetegui intervenir, intercambiando a César Azpilicueta con el otro lado, agregando un hombre a la defensa. Pero Inigo Martínez, en particular, parecía terriblemente incómodo. Vicent e Del Bosque y Lopetegui admitieron que había pocas opciones en el central; Martínez casas de apuestas online y Nacho no los desilusionaron de esa idea.
Frente a ellos, Sergio Busquets fue presionado y lo sintió. Había poca bola, ninguna creación y ningún golpe. Aritz Aduriz era una isla, desierta y distante.La derrota se cernía.
Entonces llegaron los cambios, esa cosa amistosa. Cinco victorias bajo Lopetegui parecían ir seguidas de una derrota. Aquí, de todos los lugares. Las sustituciones parecían carecer de sentido, pero eran todo lo contrario. Casi todos cambiaron, todo cambió.
Este fue un escenario para algo especial y, finalmente, inesperadamente, sucedió. Aspas, Isco. El periódico deportivo español Marca había declarado, "Wembley, donde caminas sobre un jugador y te vas de una leyenda".
Es posible que no se hayan separado exactamente como leyendas, pero tampoco partieron derrotados.
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